
El problema consiste en que los estados, sobre todo las grandes potencias industriales del G7, no lo permiten por medio del cobro de impuestos. El proteccionismo estrangula a los países más débiles.
Brasil logró invertir la ecuación en julio de 2008 durante las negociaciones en Ginebra de la Ronda Doha de la OMC. La reunión fue considerada un fracaso, pero se llegó allí a un acuerdo con Estados Unidos y la Unión Europea donde los países emergentes se comprometían a bajar los aranceles industriales, y en contrapartida, se abrían los mercados agrícolas del G7, con una disminución de subsidios a la producción incluida.
La cuestión principal es que Brasil obtiene más ganancias que perdidas con este trato, como también algunos países de Latinoamérica, Asia y Africa, que siempre gozaron de ventajas comparativas en lo relativo al agro.
El presidente de Brasil Lula da Silva consideró el acuerdo como un giro histórico en defensa de los países más pobres.
Navarro Adrian
Y esto le abrió la puerta al desmonte del Amazonas!!!! Qué gran "Acuerdo" que logró el "Progresista" lula!!!
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