sábado, 30 de mayo de 2009

Cuando las masas se revelaron


Hace cuarenta años, más específicamente el 29 de mayo de 1969, se produjo el “Cordobazo”. Los principales gremios de Córdoba, el Sindicato de los Mecánicos de Automotores y Transportes de la Argentina (SMATA), Luz y Fuerza y la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) se revelaron contra una serie de medidas antiobreras decretadas por el gobierno del entonces general Juan Carlos Onganía.

Fue la primera gran manifestación de masas de la segunda mitad del siglo pasado. A parte de los gremios, también decidieron unirse los estudiantes, quienes protestaban por el asesinato a sangre fría de tres de los suyos. El resultado fue una batalla campal en la que la Policía, (la Federal y la Provincial) fue desbordada. Hasta que llegó el momento del Ejército de hacerse cargo de la ciudad.




Tiempo atrás, Córdoba se había convertido en la capital industrial del interior. La mayoría de las fábricas de automotores del país estaban instaladas en el país con una industria moderna propiedad de poderosas sociedades extranjeras como Fiat y Renault. Los obreros industriales que trabajaban en esas plantas recibían salarios más altos que el salario promedio industrial percibido en otras provincias. Como resultado de todos estos factores, en la ciudad de Córdoba se profundizó el proceso de urbanización.

En mayo de 1969, el Poder Ejecutivo Nacional dictó un decreto por el cual se derogaban los regímenes especiales sobre el descanso del sábado inglés en Mendoza, San Juan, Tucumán y Córdoba. Al mismo tiempo también anunció el congelamiento de los convenios colectivos y de los salarios.

Los gremios decidieron convocar a una asamblea general. Las conducciones de SMATA, Luz y Fuerza y UTA, cuyos trabajadores recibían los salarios más altos del país, lideraron la protesta. La sesión de esa jornada terminó con un enfrentamiento con la policía y un llamado al paro general. Ante la magnitud de la movilización; Onganía ordenó que las Fuerzas Armadas se hicieran cargo de la represión. La protesta fue un hecho localizado en la ciudad de Córdoba y como resultado de los enfrentamientos hubo presos, decenas de heridos y muertos, algunos ajenos a la manifestación.



La protesta se extendió a otras provincias. Rosario fue declarada zona de emergencia y colocada bajo jurisdicción militar. También se profundizaron los conflictos en la provincia de Tucumán. El Cordobazo fue el inicio de un proceso de agudización de la protesta social y la lucha armada que, desde entonces y por varios años, se desarrolló en la sociedad argentina.

Lo novedoso del Cordobazo estuvo dado por la masividad de la participación y la generalización de los reclamos hasta constituirse en una demanda general que abarcó prácticamente a todos los sectores. Para algunos estos hechos significaban el comienzo de la revolución social que conducía al país hacia el socialismo.

Por otra parte, el Cordobazo provocó varias renuncias en el gobierno. Fueron reemplazados el general Imaz, ministro de Interior y hombre de confianza de Onganía, y el ministro de Economía, Adalbert Krieger Vasena.
Krieger Vasena fue reemplazado por Dagnino Pastore, un técnico alejado de las expectativas de la Consejo General de Educación (CGE) y la Confederación General del Trabajo (CGT) pero que tampoco contaba con la confianza de la gran burguesía industrial. Rápidamente disminuyeron las inversiones y se aceleró la inflación.

Los sectores militares liberales comenzaron a planear el desplazamiento de Onganía del gobierno. Para la gran burguesía industrial y la mayoría de las Fuerzas Armadas, los tiempos de Onganía al frente del gobierno habían llegado a su fin.

Transmisión radial de Agustín Tosco, dirigente sindical argentino:








Belén Bordón

martes, 26 de mayo de 2009

Rafael Correa, presidente reelecto de Ecuador


Por primera vez en la historia de Ecuador, un presidente fue elegido en primera vuelta. Rafael Correa ratificó su triunfo con el 51,78% de los votos. Lejos, en segundo lugar, llegó el ex presidente destituido Lucio Gutiérrez con el 28,48%. Tercero fue el magnate bananero Álvaro Noboa, con el 11,35% y en cuarto lugar, la ex asambleísta Martha Roldós, con un 4,34%.


En estas elecciones pudieron sufragar -de manera voluntaria- los jóvenes de entre 16 y 18 años, los internos en las cárceles, los miembros de la fuerza pública, los migrantes ecuatorianos y los extranjeros residentes.



Cuando se había escrutado el 89,70% de los votos, Rafael Correa obtenía el 51,78% de los votos, equivalente a 3 millones 214 mil 876 sufragios. En segundo lugar y a más de 23 puntos de distancia, se ubicó el ex presidente Lucio Gutiérrez. Pese a su inmensa fortuna, utilizada generosamente para ganar adeptos en los medios de prensa, Álvaro Noboa obtuvo el 11,35%. Y la candidata opuesta por la izquierda a Correa recibió el 4,34% de los votos.



A la amplia ventaja obtenida por Correa y el Movimiento País (Patria Altiva y Soberana), debe sumarse en el Congreso entre siete y diez asambleístas de otras diferentes expresiones de izquierda y centro izquierda, que con una postura propia contribuirían a apoyar el proyecto de transformación. Los últimos datos del Consejo Nacional Electoral indican que el Movimiento País alcanzaría además el 40% de los gobiernos locales, prefecturas y municipalidades.



Ni bien se confirmó su reelección, Correa subrayó que los cambios se profundizarán y el proceso se radicalizará. Con su quinta victoria electoral consecutiva, se reafirma el socialismo del siglo XXI y se avizoran políticas públicas que concreten el paradigma del buen vivir plasmado en la nueva Constitución, así como el impulso a la economía popular y solidaria de los pequeños actores económicos excluidos de los circuitos de la globalización, y un fuerte impulso a la integración latinoamericana, para construir la Patria Grande.





Fiscina César

lunes, 25 de mayo de 2009

¿Conoce a Davison Budhoo?

Durante los periodos presidenciales de Ronald Reagan en Estados Unidos, y Margaret Thatcher en Inglaterra, las ideas relativas al manejo económico por parte de las grandes potencias cambiaron. Un ejemplo de esta nueva conducta fue la transformación que sufrió el Fondo Monetario Internacional

En esa época, una gran cantidad de egresados de la Escuela de Chicago pasaron a formar parte del staff del organismo. La prestigiosa institución americana era conocida por su fuerte promoción de los mecanismos y criterios de libre mercado. Por ello, a los hombres de negocios les resultaban muy agradables los estudios y teorías que allí se realizaban. Un número no muy alto de empresarios se concentraron en apoyar a la universidad. Eran pocos, pero muy poderosos y ricos.

El testimonio de Davison Budhoo, economista empleado del FMI que trabajó 12 años diseñando programas de ajuste estructural, es uno de los más completos y extensos sobre los métodos que se utilizaron para condenar a economías que se resistían al capital internacional y la voluntad de los bancos (ver la carta abierta que escribió en repudio a las actividades del organismo).

El arrepentido explicó que el organismo internacional exageró cifras sobre Trinidad y Tobago con el fin de dar la apariencia de que la economía era menos estable. Según lo explica Naomi Klein en su libro La doctrina del Shock, “el organismo había aumentado (hasta más del doble) la magnitud de una estadística fundamental que medía los costes laborales en el país para que éste pareciera tener un nivel de productividad pésimo. También se inventaron de la nada unas supuestas y cuantitosas deudas pendientes del Estado Caribeño”.

El FMI estaba castigando y disciplinando para transformar la economía. Según la autora canadiense el proceso de desorientación que utilizó el organismo internacional se basa en la idea de que sólo una crisis real o percibida y el shock que genera permite realizar cambios que de otra forma no se producirían. Klein profundiza estos conceptos en su libro (avance en youtube).



La respuesta de los mercados financieros fue la esperada: se suspendieron los flujos de capitales que recibía el país. No pasó mucho tiempo hasta que se hizo necesario recurrir al FMI, que obviamente, aprovechó la situación de crisis para incluir como condición al préstamo un paquete de reforma estructural: rebajas salariales, despidos masivos y privatizaciones: todas medidas que favorecían al sector empresarial y financiero extranjero.


Lo paradójico del caso es que no quedaron rastros de las importantes declaraciones del economista Davison Budhoo. Ya nadie recuerda nada de lo sucedido. La periodista Naomi Klein formula la cuestión de manera realista: “Trinidad y Tobago es un conjunto de pequeñas islas situado frente a las costas de Venezuela, y, a menos que su población se traslade en pleno hasta la Calle 19 de Washington para asaltar las oficinas centrales del FMI, lo tiene muy difícil para capturar la atención mundial”.




Navarro Adrían