lunes, 13 de abril de 2009

Morales sólo masca coca


El presidente de Bolivia, Evo Morales se declaró el pasado jueves en huelga de hambre con el objetivo de lograr que la oposición en el Congreso bicameral apruebe la nueva ley electoral que guíe las elecciones de diciembre próximo.
Morales adoptó esa actitud junto a 14 dirigentes obreros y campesinos que decidieron plegarse a la huelga. "Frente a la negligencia de un grupo de parlamentarios neoliberales (estamos) obligados a asumir esta medida", señaló el presidente en un discurso pronunciado en el Palacio de Gobierno en La Paz. El gobernante agregó que "es el mejor momento para obligar al Congreso Nacional, a esos senadores de oposición a que aprueben la nueva ley".
Por otro lado, la oposición rechazó el proyecto que ha presentado el oficialismo porque considera que da ventajas a Morales para ser reelegido en diciembre. Los principales puntos de disconformidad son el padrón electoral, la reserva de un cupo de bancas para sectores indígenas, y el voto de los bolivianos en el exterior.

Un poco de historia


Fue a partir del 22 de enero de 2006, en el que se produce el proceso de inclusión social más grande que haya conocido Bolivia desde 1952. Ya sea a través de distintas medidas como los es la nueva Constitución, el país de a poco a logrado ponerle freno a la más vergonzosa marginación social que haya vivido territorio alguno de Latinoamérica. Un país de base indígena gobernado sólo por blancos y mestizos.
El resultado hasta diciembre de 2005 eras el de un país fragmentado, con extrema pobreza, sin cohesión social y por lo tanto al borde de una confrontación interna. Es partir de la asunción de Evo Morales donde se rompió algo que no pudo hacer ningún otro proyecto de poder en los últimos 50 años: fracturar la vieja visión de que Bolivia estaba destinada a ser productor de materias primas y que no tenía otra opción que la de moverse bajo la tutela de Estados Unidos.
Desde el punto de vista histórico, el rumbo del proceso es bueno y abre el camino de la recuperación para aniquilar el cuadro de pobreza de grandes zonas rurales de Bolivia. Sin embargo desde la mirada global, los resultados en el largo plazo, este estilo de construir su política, plantea ciertos interrogantes.
La intención de preservar la tradición, es decir lo que viene del pasado y es considerado su herencia cultural, es más que un dato satisfactorio. Sin embargo los tiempos modernos obligan a que su forma de gobierno se rija por otros medios que no sea la antigua escuela revolucionaria.
Belén Bordón

2 comentarios:

  1. no se puede ni se debe dejar de lado las bases de la revolución, no confundir modernización con sumisión a los conceptos imperialistas.

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  2. Sumisión a conceptos imperialistas? Evo Morales?

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