domingo, 12 de abril de 2009

Día del Veterano y de los caídos en la guerra en Malvinas

El 2 de abril se conmemoraron 26 años del inicio de la Guerra de las Malvinas, fecha en la que principalmente debe rescatarse la memoria de los 649 soldados argentinos muertos en combate, y los 400 civiles ex soldados fallecidos por diferentes causas, como suicidios o adicciones, pero siempre relacionadas a las consecuencias físicas y psicológicas surgidas luego de finalizada la guerra, el 14 de junio de 1982.
Pasaron más de 20 años para que los Veteranos de Guerra sean reivindicados económicamente como debían, y fue gracias a la perseverancia y la lucha de las asociaciones de excombatientes, quienes desde el anonimato y a fuerza de pulmón reclamaban que se les reconozcan los derechos a la asistencia física, psicológica y económica que se les negó durante años. Muchos de esos derechos fueron escuchados en el último tiempo, no obstante el gobierno actual y los sucesivos deben seguir mejorando y atendiendo los reclamos de los cientos de excombatientes que padecen las secuelas de aquélla guerra que todos apoyaron, pero que luego del desastroso resultado muchos intentaron silenciar.
La guerra contra el Reino Unido de Gran Bretaña fue un pretexto de la junta militar que conducía al país desde 1976, al mando del entonces presidente de facto Leopoldo Galtieri, utilizado para intentar recomponer la decadente imagen que había generado la dictadura militar en la población civil, y para evitar profundizar más aún los reclamos sociales por parte del pueblo. Inicialmente la idea logró el efecto deseado, y la gente se reunió en gran cantidad en la Plaza de Mayo para ovacionar al comandante Galtieri, quien haciendo alarde de su altanería, proclamaba a toda voz la recuperación por la fuerza de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Los soldados sufrieron en la guerra el enfrentamiento a un rival militarmente más poderoso, hecho que era sabido de antemano por los militares argentinos y que no obstante la desigualdad de condiciones decidieron enviar a miles de chicos, muchos de ellos sin el entrenamiento necesario, a una guerra absolutamente improvisada y en la que no cabía la posibilidad de contar con un apoyo fuerte por parte de otros países, ya que no se arriesgarían a ayudar a un gobierno dictatorial del que cada vez se conocían más violaciones a los derechos humanos.
Los soldados argentinos defendieron la patria padeciendo hambre durante los 74 días que duró la guerra, porque la comida quedaba en manos de sus cobardes e incompetentes oficiales y suboficiales; resistiendo el frío, porque el equipamiento del que disponían no era apto para las temperaturas extremas de las islas; soportando torturas, son muchos los testimonios de excombatientes que aseguran que se los torturaba como castigo por “robar” alimentos, en un proceder de características similares a las utilizadas por los militares durante el Proceso de Reorganización Nacional llevado a cabo en territorio argentino.
Es obligación de todos los argentinos no borrar de su memoria el recuerdo del inmenso desastre que fue el envío de más de 14000 jóvenes a la Guerra de Malvinas, y apoyar los reclamos por los derechos aún no otorgados a los Veteranos de Guerra, quienes fueron víctimas de una guerra que no eligieron, y desde entonces sufren enormemente el silencio y el olvido al que fueron condenados desde que finalizó el conflicto armado.


César Fiscina

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